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Nocebo: cuando buscar en Internet un diagnóstico médico puede enfermarte


Información confiable de organizaciones y centro médicos, una larga lista de experiencias negativas, efectos adversos, artículos periodísticos y otros tantos comentarios anecdóticos: todo aparece después de hacer una pregunta vinculada a algún tema de salud en un buscador de Internet como Google . La consulta en el buscador puede ser disparada para conocer más acerca de alguna enfermedad, problema de salud o medicamento, y no es raro que, en el proceso de lectura del conjunto de páginas que se despliegan, se genere una lectura bastante poco tranquilizadora. Pero si a esto se le suma una importante expectativa negativa de la persona acerca de un determinado tratamiento o fármaco que le hayan recetado, entonces aquellos efectos adversos que aparecían en algún foro pueden convertirse en un síntoma real. Este efecto tiene un nombre: Nocebo, conocido en medicina, pero menos estudiado que su contrario en la clínica, el efecto placebo. Con las consultas que las personas realizan en el buscador más poderoso de la web, el efecto nocebo adquiere una nueva perspectiva.

Según los responsables de Google, el 1% de las búsquedas (o sea, millones) están vinculadas a cuestiones médicas. En 2016, Veronica Pinchin -por entonces gerente de producto de Google- escribió en el blog de la compañía que "el contenido sobre salud en la web tiende a llevar a la gente a síntomas leves y graves e incluso enfermedades improbables que pueden causar un estrés y ansiedad innecesarios". Incluso las personas hipocondríacas que navegan por Internet en busca de un nombre para sus síntomas ya recibieron una denominación: cibercondríacos. Sin embargo, el efecto nocebo apunta a otro problema: la creencia de que un tratamiento o medicamento en particular no va a funcionar o va a generar un daño.


Un estudio reciente, publicado en la revista International Journal of Cardiology, apuntó al efecto nocebo y a la acción de "googlear" información sobre las estatinas -fármacos que se utilizan para tratar el colesterol-. Los investigadores del Departamento de Medicina de la Universidad de Toronto correlacionaron en el estudio el número de webs que refieren a los efectos adversos de estos medicamentos, en el idioma de las personas que participaron de la investigación, con la prevalencia de la intolerancia a las estatinas. Los autores llegaron a la conclusión de que, en países como Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y Australia, coincide el nivel de intolerancia a estos fármacos con la cantidad de páginas en Internet que abordan los efectos indeseados de este grupo de drogas. El efecto nocebo, según los especialistas médicos, podría contribuir y estar detrás de la intolerancia a estos fármacos.


Para el médico psiquiatra Francisco Appiani, del Programa de Farmacología Clínica del Hospital de Clínicas, no es raro que el efecto nocebo esté favorecido por los resultados que arroja Google. "En los foros la mayoría de las opiniones son negativas. O sea, nadie opina para decir lo bien que le fue con un tratamiento y además los comentarios son muy sesgados. Hay muchos también que leen los prospectos -a los que que se pueden acceder desde Internet, sin comprar el medicamento- y estos muchas veces no discriminan entre el porcentaje de frecuencia de los efectos adversos", explica Appiani.

Por su parte, Laura Fuksman, especialista en medicina clínica del Sanatorio Méndez, apunta que el efecto nocebo puede estar asociado a la mayor información que hoy disponen las personas, y a la que acceden de dos maneras: "El modelo médico, donde se le decía al enfermo 'usted tiene que hacer esto' y por ahí el médico ni explicaba y a veces el paciente ni preguntaba, eso un poco empezó a cambiar. Por un lado, porque los médicos empezaron a explicarle a los pacientes y a darles información sobre los tratamientos y sobre los efectos adversos. Un poco como parte de la información que hay que brindar pero también condicionados por el tema de los juicios de mala praxis. Eso, sumado a que ahora en Internet tenés acceso a mucha información, alguna científica de calidad, y otra que por ahí a la vecina algo le hizo mal, lo escribió en un foro y eso quedó y lo lee cualquiera como si tuviera una validez científica", explica la especialista.

"El típico ejemplo son los remedios para el colesterol. Les decís que tienen que tomar medicación para el colesterol y más de la mitad te dicen 'ay no, a mí me dijeron que trae problemas en los músculos'. Si bien en algunos casos pueden producir un efecto adverso, el beneficio es más grande y sino no se seguirían usando esas medicaciones", agrega Fuksman.

En tanto Mariano Luis Toziano, doctor en medicina y docente en la Universidad de El Salvador, explica: "Lo que aconsejamos es que el paciente no se informe solo, o sea, que no vaya y tome la informacion de donde cree que podría estar bien. Y si bien los prospectos de los medicamentos están al alcance de todo el mundo y legalmente tienen que estar, que lo lea pero lo tome con pinzas".

De qué depende y cómo mantener alejado al efecto nocebo


¿Cómo prevenir el efecto nocebo? ¿Cómo evitar que un tratamiento sea suspendido por los efectos adversos que no tienen otra explicación más que por una mala expectativa o predisposición hacia la indicación médica? Appiani cree que una clave está en la relación entre el profesional y el paciente. "El consejo es que el médico se tome el tiempo adecuado para explicar y evacuar dudas del paciente. La información deviene de la experiencia terapéutica, y Google no sirve como médico ni para el autodiagnóstico y los foros están sesgados de información, negativa generalmente. Sin dudas creo que la clave de todo está en la información y en el trato que el médico tenga. Creo que eso disminuye la posibilidad de un efecto nocebo", afirma el médico psiquiatra.

Como excepciones a la amplia variedad de webs con información falsa o tergiversada que surgen en un clásico "googleo", desde 2017 el buscador publica, ante una búsqueda, las "tarjetas de salud", con información de 900 condiciones médicas, con descripciones generales y síntomas comunes, verificados por profesionales de la estadounidense Clínica Mayo. Appiani menciona el portal para pacientes de esta institución estadounidense, o la web de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (Pubmed) como sitios con información confiable para consultar. Fuksman, a su vez, agrega a la web de la Organización Mundial de la Salud (OMS).


Toziano recuerda que cuando se presentó la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH), "fue una revolución, todo el mundo googleaba". Sin embargo, destaca, los primeros resultados nada tenían que ver con la información precisa que el tema ameritaba. Y aclara que la intención no es que las personas no puedan hacer sus averiguaciones: "No se trata de que el paciente no se informe, porque aparte quiénes somos para decir que no lo haga. Entonces le decimos 'sé que vas a investigar, tené cuidado dónde leés porque podés encontrar cualquier cosa'. Está bueno que la información se maneje en forma ordenada: yo no tengo que decirle al paciente de más pero tampoco tengo que ocultarle información".

Para Fuksman dos factores que pueden favorecer la aparición de los efectos nocivos de un fármaco: "Lo que contribuye (al efecto nocebo) es la información a que la gente accede en Internet y me parece que también contribuye si la relación médico paciente no es buena". Sin embargo, también puede suceder que, aún con una buena explicación médica, el efecto nocebo se produzca: "Si la persona está convencida que lo que le vas a dar le va a hacer mal, leyó en no sé dónde que no se va a curar y piensa que le va a pasar lo mismo , y sí, por lo pronto, no sé si es que le va a hacer un mal, pero puede empezar a hacer efectos adversos, por ahí menores".

Para la médica clínica también es sumamente importante la comunicación, incluso, cuando en el medio hay personas conflictivas. "En general los pacientes que decis, 'este es un problema', es la persona que más paciencia y más tiempo necesita que le dediques. Por ahí si le dedicás tiempo y la persona se siente escuchada, muchas veces eso se revierte", asegura Fuksman.

"(El efecto nocebo) Muchas veces puede generarlo el mismo médico, creando una expectativa negativa. Si yo voy a tenderme con un médico y no me atiende bien, no me escucha o muchas veces ocurre que hay destrato, ya uno sale con una expectativa negativa y estoy convencido que hay mucha mayor probabilidad de que ese tratamiento no sea tolerado en comparación con un médico que escucha, explica, habla", concluye Appiani.