Twitter ha empezado una purga de cuentas falsas y ya no contará las cuentas bloqueadas por mal comportamiento entre su base de usuarios
Donald Trump ha perdido de la noche a la mañana 100.000 followers. Obama, algunos más: 400.000 seguidores de golpe. No es que se los hayan dejado por ahí y se los hayan robado: lo que ocurre es que Twitter ha empezado una purga de cuentas con el fin de sanear su plataforma, que ha sido criticada en el pasado por su ambiente tóxico.
La red social ha hecho público el procedimiento en un comunicado enviado a los medios de comunicación. "Twitter va a proceder a ajustar el número de seguidores que aparecen en los perfiles de los usuarios, excluyendo aquellas cuentas que a día de hoy están congeladas a la espera de que su dueño valide la autenticidad de la cuenta", aseguraba.
Según cálculos de Twitter, los que más seguidores tienen serán los más afectados, no sólo por el simple hecho de tener más followers, sino porque porcentualmente son los que más cuentas falsas acumulan. Además de Trump y Obama, celebridades como Katy Perry (110 millones de seguidores) o Rihanna (89 millones) pueden llegar a perder hasta un 6% de su base de seguidores.
Así que si durante esta semana pierdes seguidores, no te preocupes: no es que tus chistes ya no hagan gracia, sino que tu número de fans ahora ha sido rectificado. Jack Dorsey, actual CEO de Twitter, ha advertido de esta medida públicamente.
A esta 'purga' hay que sumar otra llevada a cabo durante los últimos dos meses. Según informó la semana pasada The Washington Post, Twitter ha eliminado más de 70 millones de cuentas.
Su objetivo, minimizar el alcance de noticias falsas, quitar armas a los acosadores que se crean muchas cuentas para perseguir a determinadas personas y, de paso, acallar las críticas que habitalmente reciben las redes sociales por no tomar medidas para sanear su base de usuarios. Públicamente, Twitter sólo ha reconocido la eliminación de 9,9 millones de cuentas "potencialmente peligrosas".
Twitter lleva meses en el ojo del huracán por ser el principal canal de comunicación empleado por Donald Trump para comentar cuestiones de actualidad o incluso para dirigirse a críticos y periodistas. Cualquier cosa que el presidente dijera, se asociaba directamente al clima tóxico que ha caracterizado a la red social desde hace años por las constantes campañas de acoso que sus usuarios generaban.
Ya fuera contra mujeres, contra figuras públicas o contra cualquiera que comentara algo y viralizarse, Twitter es una plataforma que se ha puesto en cuestión en muchas ocasiones. A esto hay que sumar los constantes cambios en su directiva o que, hasta muy recientemente, no ha conseguido que sus cifras de usuarios y de ingresos fueran positivas para sus accionistas.
